martes, 10 de noviembre de 2015

Cuando dejas de soñar, dejas de vivir



Cuando dejas de soñar dejas de vivir

No podemos decir que soñar sea tan importante como respirar, pero una persona que no cree en nada, que no tiene aspiraciones, metas y objetivos, tiene un serio problema en la vida y debería hacérselo mirar inmediatamente.
Jamás hemos de dar la espalda al acto de soñar. Y no me refiero a los mundo oníricos que creamos mientras estamos durmiendo. Cuando hablamos de sueños, estamos centrando la mirada en aquello que deseamos con todas nuestras fuerzas y en la vida, esas metas y objetivos por las que jamás debemos descansar hasta su consecución.

El soñar hace que la vida merezca la pena

Una persona que ha perdido toda su capacidad de soñar, es un ser que no tiene metas ni objetivos que cumplir. Es decir, que tendrá serios problemas para encontrar motivos por los que seguir adelante, pues nuestros anhelos y el afán por hacerlos realidad son un motor muy potente que nos da enfoque y fuerzas para avanzar.
“La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.”
-Paulo Coelho-
La vida sin un fin, está vacía y sin sentido. En todo momento, un ser humano ha de plantearse metas y sueños realizables para encontrar motivos que permitan que estar de paso por el mundo merezca la pena y pueda ser una experiencia maravillosa.
El interés de la vida radica en ir poco a poco cumpliendo nuestros sueños. Tener siempre grandes objetivos cuyo camino hasta alcanzarlos esté salpicado de pequeñas metas es indispensable para ser feliz y tener motivación.

No todo vale para lograr un sueño

Ahora bien, hemos de pensar que no todo vale para hacer realidad nuestros objetivos vitales. Jamás debemos confundir la libertad con el libertinaje o la manida interpretación de que el fin justifica los medios. Esto no son más que falacias. Hemos de ser siempre muy realistas para lograr hacer realidad nuestros sueños. Puede parecer una contradicción, pero no lo es en absoluto, y lo voy a demostrar a continuación.
Si tus sueños son imposible de realizar, jamás podrás verlos cumplidos. No debes ser etéreo ni excesivamente ambicioso, pues, de lo contrario, solo encontrarás incomprensión y frustración al no poder lograr tus metas.
Si crees que soñar es pensar en imposibles, también estás equivocado. Tu objetivo no tiene por qué ser algo inalcanzable. De hecho, tampoco debes pretender lograr tus metas de hoy para mañana. Para evitar frustrarte, salpica el camino hacia tu sueño de pequeños altos en el camino. Logros más humildes y asequibles que, al ser superados, te dan fuerzas para seguir adelante convencido de que puedes conseguir lo que te propongas.

El soñar necesita una buena base

Un aspecto muy importante para hacer realidad tus sueños, es que tengan una buena base. Aquello que es realizable, lo que te imaginas, puedes verlo un día cumplido, pero hacen falta unos cimientos fuertes y poderosos.
“Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos.”
-George Bernard Shaw-
Los cimientos para hacer realidad tus sueños están únicamente en ti. Tú eres la persona que debe creer en tus posibilidades. Tú eres quien debe trabajar para lograr obtener eso que anhelas con todas tus fuerzas. Tú has de poner todas las cartas sobre la mesa para llegar hasta tu objetivo final.

La vida es sueño

En definitiva, si no somos capaces de soñar, de hacer todo cuanto esté en nuestra mano por lograr ser felices superando metas y obteniendo objetivos, la vida pierde una buena parte de su sentido. Para poder vivir, para sentirte pleno, para encontrar la felicidad, has de plantearte metas que puedas cumplir y que te permitan seguir adelante.
El soñar te hace avanzar, buscar lo mejor de ti mismo para esforzarte y ser cada día una persona mejor.No debemos robar el sentido a la vida jamás. Y soñar nos hace libres, nos permite ser quién de verdad queremos ser. Solo cuando tenemos objetivos claros y concisos y la voluntad férrea de hacerlos realidad, somos capaces de ser personas plenas.
Así pues, jamás te olvides de soñar, porque una persona sin metas ni objetivos, no es porque tiene todo cuanto necesita en la vida, es porque le falta la motivación necesaria para seguir adelante….
                                                                        Pedro González Núñez
Fuente: La Mente es Maravillosa

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