viernes, 6 de febrero de 2015

Otro GRANDE de la Pintura Argentina...


VICENTE FORTE, humildad y esfuerzo
Vicente era un hombre cálido, simpático, curioso y entrador. Fue quizá el primero de los artistas mediáticos de nuestro arte, concurría a los programas de televisión y contestaba preguntas de todo tipo, hasta se animó a cocinar en cámaras...
Era un hombre agradecido de todo lo que había recibido, y con una rutina de trabajo admirable. Yo tenía la suerte de acompañarlo a su taller, a la mañana, para empezar la tarea; y lo primero que él hacía era prenderle una vela a una imagen de Ceferino Namuncurá que tenía al lado del caballete.
Mientras pintaba conversábamos de diversos temas sin que el artista detuviera su tarea. Colorista de excepción y con un dibujo moderno y personal, sentía admiración por Ben Nicholson, artista que influyó en la década del '60 de manera notable en su obra.



1912
Nace el 4 de abril en Lanús, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
1935
Egresa de la Academia Nacional de Bellas Artes con el título de profesor.
1938
Contrae matrimonio con Dora, su gran compañera.
1949
Viaja a Europa, donde se deslumbra ante las obras de El Greco, Tiziano, Veronés y PIero della Francesca.
1950
Se publicó el primer libro sobre su obra escrito por Eduardo Baliari.
1953
Nace su único hijo, Miguel Ángel, con quien siempre compartió el mundo de la docencia y del arte.
1961
Expone en el Museo de Arte Moderno de San Pablo, Brasil.
1962
Acepta ser Presidente de la Sociedad de Artistas Plásticas, ya que siempre se preocupaba por ayudar a sus colegas. Obtiene el consagratorio Gran Premio de Honor en el Salón Nacional.
1965
Se muda con su familia a la calle Laprida, cerca de la Avenida Santa Fe e instala su taller a tres cuadras.
1970
Recibe el Premio Martín Fierro por sus intervenciones en la televisión.




1979
Se presenta el segundo libro sobre su obra escrito por el poeta César Magrini.
1980
Fallece en Buenos Aires el 7 de noviembre.
2000
Se publica la monografía de Ignacio Gutiérrez Zaldívar sobre el artista, de Editorial Perfil.
Siempre recordaba su falta de sensibilidad para descuibrir los grandes maestros cuando era joven y una anécdota lo hacía reír a carcajadas: una vez Miguel Carlos Victorica le dio los recibos de las tres obras que había enviado al Salón Nacional para que Vicente, que iba a retirar los otros, también trajera en el tranvía los de él. Cuando le entrega al maestro Victorica las obras en su taller de la calle Pedro de Mendoza, Miguel Carlos, afectuosamente, le dice: "Elegí el que te gusta". Y él le dijo: No, no, de ninguna manera. Y se retiró.
Vicente me confesó que la verdad es que ninguno de los tres le gustaba... Y a continuación decía; "¡Qué animal!, nunca super ver la grandeza cuando era joven".
Su infancia transcurrió en un hogar humilde, a los doce años comenzó a trabajar, y en sus ratos libres se "escapaba" a pintar a orillas del Riachuelo. Allí lo sorprendió un día el marinista Justo Lynch, quien lo motivó a estudiar en la Academia Nacional de Bellas Artes, de la cual él era profesor.
Recordaba Vicente: "La pintura es para mí una especie de liberación, la pintura siempre me salvó; me salvó de la miseria, de la tristeza, del aburrimiento, me dio la capacidad para seguir viviendo..."
En 1939 integró el grupo Orión junto a poetas, pintores y el crítico Ernesto B. Rodríguez, mentor e ideólogo del grupo.
Con ellos expuso en la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos (Edificio Barolo); esta muestra pasaría a la historia como la primera exposición de obras surrealistas realizadas en el país.
El Grupo expuso por segunda vez al año siguiente en Amigos del Arte. Allí conoció a Emilio Pettorutti, a quien frecuenta durante casi siete años y tuvo una decisiva influencia en su carrera pictórica. Le enseñó a buscar la luz en los matices de color.
Recién a los 35 años, en 1947, realizó su primera exposición individual. Pronto llegaron los premios, las exposiciones en el exterior y se convirtió en uno de los artistas más conocidos y populares de nuestro país.



Fue un hombre generoso y bueno que realizó una pintura original, colorida y bien estructurada.
Trabajaba siempre en base a series: las figuras y la música, naturalezas muertas, paisajes de Israel, astilleros y barcas. Expresó el artista sobre estas últimas: "Mis barcas son el recuerdo de un camino que yo recorría hasta el Riachuelo en mi bicicleta, empujando el frío con mi gorra".

Fuente: "Breve Historia del Arte de los Argentinos" del Dr. Ignacio Gutiérrez Zaldivar

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