En el 2010, inspirada en Benito Quinquela Martín y su iniciativa de la Orden del Tornillo, se gesta en mi mente una "loca" idea. Recién en noviembre del 2014 me animo a compartirla con el mundo próximo y lejano.
En realidad, no es mi intención crear ni una Orden ni una fundación, ni una cofradía ni nada que se ajuste a parámetros convencionales. Es, simplemente, ir consolidando un grupo o comunidad integrada por aquellos que creen que vale la pena defender con pasión auténtica al ARTE (en cualquiera de sus manifestaciones) y a los SUEÑOS que parten del corazón y se configuran en nuestra mente (sí, esos: los delirantes, los postergados, los casi renunciados, los utópicos, los ingenuos...).
Tanto en el trabajo artístico como en la concreción de los sueños, hay un acto de entrega de sí mismo en pos de algo:
poner en juego nuestra creatividad, nuestra inventiva,
manifestarse de alguna manera,
dar a conocer lo producido (procurando conmover, impactar u obtener de los otros ciertos reconocimientos),
experimentar el goce de la libertad, aunque no siempre esté presente en su plenitud,
buscar incesantemente cambiar aquello que va en contra de la naturaleza humana y de los sentimientos dignos,
promover la paz y la no violencia,
preservar en las mejores condiciones nuestro habitat, etc.
Por todo esto, entenderán que, si bien la sigla D.A.S. está formada por las letras de las tres palabras esenciales (defensores, artes, sueños), no fue elegida arbitrariamente o de modo fortuito.
Artistas, soñadores, género humano, los/las invito cordialmente a sumarse a esta legión basada esencialmente en los valores fundamentales de la vida, en las quimeras que perseguimos a diario, en la posibilidad expresiva y, más que nada, en el respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Muchas gracias por la consideración.
poner en juego nuestra creatividad, nuestra inventiva,
manifestarse de alguna manera,
dar a conocer lo producido (procurando conmover, impactar u obtener de los otros ciertos reconocimientos),
experimentar el goce de la libertad, aunque no siempre esté presente en su plenitud,
buscar incesantemente cambiar aquello que va en contra de la naturaleza humana y de los sentimientos dignos,
promover la paz y la no violencia,
preservar en las mejores condiciones nuestro habitat, etc.
Por todo esto, entenderán que, si bien la sigla D.A.S. está formada por las letras de las tres palabras esenciales (defensores, artes, sueños), no fue elegida arbitrariamente o de modo fortuito.
Artistas, soñadores, género humano, los/las invito cordialmente a sumarse a esta legión basada esencialmente en los valores fundamentales de la vida, en las quimeras que perseguimos a diario, en la posibilidad expresiva y, más que nada, en el respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Muchas gracias por la consideración.
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